atardecía. estaba volviendo a casa con una sensación extraña. a mis pies, el mundo parecía desmoronarse. no tenía prisa; si caía por aquél hueco quizá dejase de sufrir. algo pasó. hicieron falta pocos segundos para que se me inundasen las venas del calor de la primavera. quise creer que fueron varias horas, días incluso, pero el corazón nunca entiende de esos temas; llega instantáneo como una explosión y no te da opción a nada.
te miré de reojo mientras te ponías el abrigo. por alguna razón quise llorar. estaba fascinada por los actos más cotidianos y sencillos que la vida me estaba ofreciendo contigo. respiré hondo para calmar la velocidad a la que corrían los perros dentro de mi alma, que empezaba a florecer. entonces, como una imbécil, fantaseé con la idea de quererte. fumaba un cigarrillo, años más tarde, mientras te oía mear y hablarme a voces de alguna estupidez. luego cogeríamos las cosas y nos iríamos a cenar a alguna parte. y volveríamos a casa de la mano, un poco más viejos y un poco más nuestros.
quizá estaba demasiado herida para plantearme todo eso. sangraba por todas partes; esos hijos de puta habían golpeado mi esperanza demasiadas veces. ¿sabes? mi vida se ha basado en pelear, en pelear por cualquier cosa, incluso por levantarme de la cama en bragas y hacerme un café. me he vuelto una experta en recibir hostias pero sigo siendo una torpe a la hora de devolverlas. mi estilo es más de quedarme quieta y prepararme para la siguiente embestida. desde esta perspectiva, no tengo un fondo muy agradable. mi fondo no suele gustar. ya te he contado lo que pasa: la gente se cansa de ello. creo que se cansa porque no ve esperanza alguna, al igual que yo tampoco la veo. pero en aquella despedida, llámalo intuición, noté que podía devolver algún que otro golpe a esta mierda que me rodeaba. sentí que quería hacerlo. sólo había una razón y era igual de estúpida que mis fantasías: tú. ¿quién era yo para determinar que podía salir bien, de todas maneras? me recreé un poco en esa lejana posibilidad, fumé otro cigarrillo, escuché mis canciones y pensé en tu forma de andar, en tu voz, en la timidez que desprendías cada vez que me atrevía a dar un paso más.
mi mundo se derrumbaba pero decidí atar a mí algunos pedazos y tirar de ellos. no se lo iban a llevar todo; no me iba a llevar todo otra vez. iba a combatir a mis demonios y sacar la cabeza fuera del agua para respirar como no había respirado en años. tanto tú como yo nos merecíamos un jodido respiro, un cambio de rumbo, un poco de luz. te lo dije todo con un beso y firmé en alguna parte mi predisposición a disfrutar otra vez de esos cafés, de esas mañanas que daban paso a un día más. creo que mi soledad a veces se empeña en convencerme de que la vida se entiende mejor si estás solo y anclado a decepciones, pero, ¿sabes? has conseguido inyectarme las ganas de mandar a esa perra lejos de mí. no creo que seas consciente de lo que has supuesto, y está bien; ni siquiera yo lo soy. todas esas fantasías empezaban a hacerse tan reales como cada beso que me dabas antes de maravillarte con la idea de lo mucho que nos queríamos.
esta despedida ha sido un poco más amarga que las anteriores. se me rompió el alma mientras volvía a casa. era una necesidad, ahora, el hecho de poder contarte mis secretos mirándote a los ojos, y tu ausencia física dolía un poco más de lo que habría imaginado. supongo que me arrancaste el corazón y te lo llevaste, y qué feliz me hace eso.
con todo esto no quiero decirte nada en concreto. no se me da bien expresar mis sentimientos y menos cuando escribo más para mí que para nadie. pero créeme cuando te digo que voy a seguir luchando por esos deseos que han ido apareciendo, con tu esencia, en mi lista de cosas que conseguiré. y no he conocido a nadie más tenaz que yo cuando se trata de perseguir sueños.
kaleidoscopic thoughts of me and you
and you're just so cool
for me to see
the life we'd have and we'd tell everyone
your face turns red and so does mine
and we climb all around
you stare into my eyes
and watch me drown inside
and whisper to me softly as I lie down